El mito más común entre amantes del vino es agregar cubos de hielo, la mayoría percibe como insultante el hielo en un excelente vino, es por ello que aclaramos cuándo es el mejor momento para hacerlo (o dejarlo de hacer) según la recomendación de la sommelier Agustina de Alba, una chica que demuestra cómo se nace con el amor por el vino.
Agustina comienza su exposición aclarando trucos para tomar el vino en la temperatura adecuada, en vista de que las expresiones del vino pueden cambiar de acuerdo a como se encuentre su temperatura,
"Si tomás un tinto a la temperatura correcta -entre 14°C y 16°C-, el frío resaltará la acidez y hará que se sienta refrescante y amable. Si a ese mismo vino lo tomás a temperatura ambiente, el calor resaltará el alcohol, se percibirá alcohólico y la percepción del alcohol va a opacar todo el resto de los aromas y sabores ¡hacé la prueba!"
Pero, como siempre existen alternativas para hacer llegar al vino a su temperatura ideal, una de las mejores soluciones son las cavas, aunque aquí no puede mantenerse en la temperatura que todo el mundo considera adecuada, que es entre 16°C y 18°C, esta no es la apropiada, debido a que cuando llegue el momento de probarlo estará caliente entre tanto proceso para sacar y servir, la mejor solución es mantener la cava a unos 14°C.
Opciones según el tipo de vino
Por otro lado, para quienes solamente tienen heladera: también es válido, solamente si es un tinto, sacarlo media hora antes de consumirlo para que se encuentre en su punto perfecto, mientras los espumoso, vino blanco o rosado si puede sacarse directamente para ingerirlo sin esperar nada, eso sí, es una buena opción mantener una frapera con hielo y agua para mantener su temperatura.
Ahora, tomando en cuenta que no estén en un ambiente controlado (tal como el hogar), y en este caso, en el restaurante llevan la frapera con hielo y agua, pueden esperar que tome la temperatura adecuada (incluso agregando sal gruesa para enfriar más rápido), pero, si es muy urgente, es permisible agregar hielo a la copa, esta es la última opción, pero aún así valida. Con una pinza agregar el hielo, sumergirlo, girar cuatro o cinco veces y retirarlo del vino, no pueden dejarlo en el. No está permitido y casi todo el mundo se niega porque el agua se encargará de diluir las características únicas del vino. Por lo que Agustina da otro truco más: mejor beberlo caliente en esas situaciones donde no hay otra opción.
Para estas situaciones, Agustina da una perfecta analogía, donde incluso invita a probar, porque lo mejor es sobrevivir a la experiencia: "Esto es como querer ver una película y no verla en las condiciones apropiadas: en vez de una sala de cine a oscura y fresca, verla a plena luz del día con calor, mal sonido y sin aire acondicionado. Con el vino pasa lo mismo y si tenes dudas, hace la prueba, total con probar no perdés nada".
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